Honrando la memoria de los mártires que dieron sus vidas por la jornada de 8 horas; recordamos también a quienes siguieron bregando por mejorar las condiciones laborales, sociales, económicas, culturales y políticas de las y los trabajadores. Especialmente en nuestro país, castigado por quienes reivindican las proscripciones políticas que sufrió el pueblo, los fusilamientos, las torturas, las desapariciones.
En éstos momentos tan difíciles en nuestra sociedad, donde se quiere retroceder un siglo en nuestros derechos; convalidado por el voto de quienes perdiendo la esperanza ante la crisis social, económica y política, apostaron al Dios Mercado para la reconstrucción de nuestra sociedad.
Estos días, vemos cómo quienes provienen de partidos políticos históricamente populares apoyan al proyecto de la Dependencia y el Sometimiento, sin reparos ni remordimientos.
Se repite los 90, con La Reforma del Estado, la Emergencia Económica y el proyecto del Capital salvaje, sin un Estado que proteja ni regule.
Hoy, no nos dicen que han muerto las ideologías, ni las doctrinas, por el contrario, ellos se alinean, subordinan y disciplinan al Anarco-Capitalismo que depreda el Estado de Bienestar y repudian, desprecian y destruyen los principios humanitarios de la Justicia Social.
En tanto el Pueblo junto a los Trabajadores seguiremos de pie y luchando por una Argentina Socialmente Justa, Económicamente Independiente y Políticamente Soberana.
LA UNICA LUCHA QUE SE PIERDE, ES LA QUE SE ABANDONA