La Sociedad del Camino de Fierro de Buenos Ayres al Oeste,
formada por capitales de accionistas nacionales, entre los
que figuraban Felipe
Llavallol, Francisco Balbín, Benicio Larroudé, Mariano Miró, Daniel Gowland,
Manuel Guerrico, Norberto de la Riestra, Adolfo Van Praet, Esteban Rams y
Vicente Basavilbaso. Para
materializar el emprendimiento, se contó con el ingeniero Guillermo
Brogge, contratado y encargado de la instalación de los rieles, junto a
varios capataces y 160 obreros especializados en instalaciones
ferroviarias.
El recorrido original del convoy en su recorrido describia una curva y contracurva para alcanzar la calle
Lavalle, y por ésta hasta el Boulevard Callao, y otra
curva y contracurva, cuya huella nos ha quedado en el Pasaje Rauch
(actualmente Aº. Santos Discepolo). desembocando en la avenida
Corrientes, seguiendo hasta Centro América (hoy avenida Pueyrredón); y
girar por ésta a la izquierda hasta Piedad (hoy Bartolomé Mitre) volver a
rumbear hacia el oeste, detenerse a la altura de la calle Ecuador donde
estaba la primitiva estación Once de Setiembre, donde los esperaban con
fuegos artificiales y la banda musical del Regimiento Patricios.
A partir de allí, el recorrido era paralelo, (una cuadra al norte), a
la avenida Rivadavia, y tras dejar atrás la humilde estación de
Caballito, (Almagro fue habilitada después entre estas 2 últimas),
llegar a Flores, para ser recibidos por intermitentes campanadas desde
la histórica iglesia.
En 35 minutos de viaje estaba a la vista la
estación de La Floresta, A la cabeza del convoy iba la legendaria locomotora “La
Porteña” de origen inglés fabricada por “The Railway Foundry Leeds”. Actualmente está preservada en el Complejo
Museográfico Provincial “Enrique Udaondo” de Luján. Entre los pasajeros
de este viaje inaugural, se destacaban Bartolomé Mitre, Domingo
Faustino Sarmiento, Valentín Alsina, Dalmacio Vélez Sarsfield y Pastor
Obligado; además de los socios de la empresa Camino de Hierro de Buenos
Aires al Oeste (nombre original de este ferrocarril (como ya se dijo):
Felipe Llavallol, Francisco Balbín, BenicioLarroudé, Mariano Miró,
Daniel Gowland, Manuel Guerrico, Norberto de la Riestra, Adolfo Van
Praet, Esteban Rams y Vicente Basavilbaso. Siendo su primer maquinista, el italiano Alfonso Covassi
La estación original de Flores era un caserón lindero a la vía, perteneciente a
la familia Miró, ubicado sobre la actual calle Caracas, a quienes se les
alquiló para usarla como estación.
En 1862 se trasladó 250 metros al
oeste, donde se realizó una nueva de material en el sitio actual, para
luego construir la definitiva que conocemos hoy en día en 1885.
El costo total integral de la obra fue de $ 6.900.000,00 de los cuales $
2.000.000,00 fueron aportados por particulares, el gobierno provincial aportó $ 1.300.000,00 y el saldo actuaba como deuda personal de los socios de la empresa.
En el año 1862, se dictó la ley provincial para la compra de las acciones
particulares, quedando a cargo de la Provincia de Buenos Aires, y administrado por una comisión de ciudadanos presidida por don Mariano J. Haedo.
Sin dudas, el Ferrocarril ha sido el símbolo del Progreso durante décadas, hasta que la impronta del Petroleo, el caucho y la metalmecánica automotora impusieron una dinámica al sistema de trtansporte que pone en permanente riesgo al sistema Ferroviario hasta la actualidad.
La sociedad aún no valora en su dimensión profunda la importancia de nuestra Industria Ferroviaria para la preservación del eco sistema, el uso racional de los hidrocarburos,para la cual los trabajadores proponemos un sistema de Transporte sustentable mediante la "Sanción de una Ley Federal de Transporte sobre la base de la complementariedad de los modos técnicos alternativos".