Matar al padre es una metáfora freudiana a la que los dirigentes de la derecha neoliberal con aguantadero provisorio en Juntos vienen rindiendo riguroso culto. Larreta pidió que le dedicaran un aplauso, objetivo que se alcanzó con notoria falta de entusiasmo.
Horacio Rodríguez Larreta se permitió ejecutar impiadosamente un acto público de venganza personal y partidaria al humillar a Mauricio Macri, su padre político, delante de la crema de su coalición reunida para proclamar la lista encabezada por la Vidal.