miércoles, 26 de abril de 2023

Don Arturo Jauretche los caracterizó limpiamente


 El cipayismo básicamente se afirma en el desmerecimiento de lo propio y la admiración exaltada de lo ajeno.

Exaltan regiones, países y zonas que idealizan con todas las virtudes, tanto de izquierda como derecha.

Los eurocentristas parecieran pertenecer a esos países, serios  que configuran el eje económico del continente europeo, agregando como exponente de la modernidad, a los Estados Unidos.

Desde la izquierda boba, aquellos que se desprendieron de ese eje configuran el modelo deseado y envidiado como Cuba, Venezuela y por supuesto Rusia o China, contienen los méritos que necesitamos emular.

Las consideraciones están basadas en la auto devaluación y, sobre todo, de menoscabo a luchas y logros de nuestro pueblo.

El cipayo deja siempre bien en claro, brutalmente o con sutileza, que las cosas se hacen bien en otros países y todo muy mal por estos lares.

Porque no somos lo suficientemente fuertes para desarmar al Estado y bregar por la libertad de mercado, o no asumimos con firmeza la necesidad de una revolución por el socialismo.

Hasta el cansancio escuchamos que nuestros esquemas de salud o educación pública y nuestras organizaciones sociales y sindicatos están burocratizados, vetustos, atrasados y corruptos. Pero nunca dirán que en la mayoría de los países que ellos exaltan no existe la educación pública, ni mucho menos salud pública y que la sindicalización es inferior al 30%.

La izquierda orgánica jamás aceptará que en Rusia o en China no hay movimiento obrero organizado, salvo el erigido desde el partido único de gobierno.

En muchos países el lugar de las organizaciones sociales de contención son reductos delictivos por maras y entidades delictivas. Lo que no significa que las Organizaciones Sociales Argentinas carezcan de errores y dificultades pero distan nuestra falencias de ser entidades delictivas como aquellas, lo que no amerita comparación alguna.

La Argentina quizás no sea el mejor país del mundo, pero el peronismo, y quienes adherimos a la construcción de la Comunidad Organizada ha posibilitado la construcción siempre perfectible de esos espacios que se han desenvuelto en todo momento contra la dominación extranjerizante y levantando las banderas nacionales.

El cipayismo que mira hacia el exterior ha estado acompañado por otro, que enfoca sus binoculares al pasado que pretender regresar.

Tal como cooperaron en nombre de la patria contra el primer peronismo y cumplieron un significativo rol en la concreción del golpe liberal de 1955.

Hoy acompañan la lógica de dinamitar o semidinamitar todo, destruir el sistema monetario nacional dolarizando la economía y hay sonsos que lo escuchan.

Don Arturo Jauretche los caracterizó limpiamente.

Son unos boludos -les dijo- los liberales van a usarlos y les van a dar una patada en el culo cuando no los necesiten.

Así fue, así será.

DIA DEL TRABAJADOR

Honrando la memoria de los mártires que dieron sus vidas por la jornada de 8 horas; recordamos también a quienes siguieron bregando por mejo...