Diseñada por el FMI desde 1961 el transporte ferroviario redujo miles de kms. de vías y centenares de estaciones, en los 70 y 80 colapsaron las empresas públicas con un sobredimensionamiento de personal administrativo, que se trató de resolver con el concesionamiento privado, generando la falta de inversiones y mantenimiento por parte de las empresas privadas, que terminaron por colapsar la seguridad, la cantidad y eficiencia de los servicios.
Los ferrocarriles son parte vital en la producción de las naciones desarrolladas y su logística y planificación se lleva a cabo bajo la óptica del multimodalismo: mientras que en los países centrales los ferrocarriles pueden alcanzar hasta el 50% de la participación, en la Argentina ronda el 8%. Aumentar la participación ferroviaria en la planificación del transporte nacional, conllevaría la reducción de los costos logísticos y el consecuente impulso de la productividad; la reducción de las emisiones de efecto invernadero y la descompresión de rutas de circulación del transporte automotor, en un país en donde los accidentes viales ocupan el primer lugar en causas de muerte en menores de 35 años. Sin ferrocarril no hay soberanía ni desarrollo sustentable.
La responsabilidad del desmadre son los funcionarios que responden al lobby del petróleo, servidores de las empresas que se benefician con la debilidad ferroviaria, ayudados por delincuentes que ocupan cargos de dirección que protegen sólo sus intereses.
Si ya hay un equipo económico constituido. ¿Qué impide formar el equipo ferroviario con auténticos ferroviarios?
Observamos la política ferroviaria del actual gobierno y podemos ver la similitud con la década de los sesenta y noventa, que cerró ferrocarriles estratégicos y clausuró ramales y servicios esenciales castigando a usuarios y trabajadores.
Ante ello este Primero de Marzo La Fraternidad analizará responsablemente el qué hacer ante la ignominiosa actitud de una Clase Dominante que denigra al Estado y sus Empresas como herramientas y desprecia a los trabajadores intentando reducir sus ingresos frente a una inflación asfixiante y brega por la desnacionalización de las empresas del Estado Nacional que desprecian, humillan y desarman en beneficio del Capital foráneo e intereses antipatrioticos espureos que deberemos enfrentar.