lunes, 26 de octubre de 2020

UN SOLDADO PERONISTA

 

La tenía muy clara. Ante la duda, avanzar calculando los pasos; ante el dolor meditar; ante la militancia, ser ejemplo de vocación, lucha y entrega; ante la injusticia, saltar furibundo con memoria; ante el presente, pensar en construir el futuro; y ante la historia sudamericana, reconstruir la solidaridad entre todos los hermanos, pueblos y naciones de nuestro continente.

 Al igual que Perón, su lucha se dio en el campo de ideas que mejorasen las condiciones de vida, la felicidad del pueblo y la construcción de una nación socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.

 A partir de su presidencia, las palabras democracia, solidaridad, jubilación, paritarias, asignación universal por hijo, derechos humanos, deuda externa, juicio y castigo a los represores, becas, poblaciones aborígenes, Mercosur, Unasur, dejaron de ser conceptos teóricos, para convertirse en realidades operativas. 

Mediante la continuada, tenaz y paciente condición de constructor que lo caracterizaba, fue convirtiéndose en líder, maestro, conductor, y ante las confrontaciones, Jefe.

 Murió en su ley, activando, militando, construyendo y dejando al país, al peronismo y a las corrientes populares erguidas, victoriosas, solidarias y con proyectos en la cabeza.

 Esta vez, los recalcitrantes, no tuvieron oportunidad del brindar por una muerte.

Los intentos de festejos con “vuvuzelas”, bocinas o cacerolas, se vieron ahogados por las expresiones de dolor y tristeza que su desaparición provocó.

Sin solución de continuidad, muchos recalcitrantes pasaron de la intención de brindis al pánico escénico.

 Con su muerte, son más los que se dieron cuenta de lo conseguido.

 Haber diseñado, aplicado y mantenido una política calificada por la oligarquía y los tránsfugas del peronismo como suicida, patotera, improvisada o mamarracho; resguardó a La Argentina de la picadora que hoy tritura a las sociedades cuya gestión nos ponían como ejemplo y además, en la línea del crecimiento nacional y de la afirmación continental.

 A pocas horas de su deceso Kirchner, como el mío Cid, gana batallas después de muerto. Ahora son muchos más los ciudadanos que se dan cuenta que hizo, lo que había que hacer, sin importar los costos que pagaría con su persona.

 Sus detractores miran con sorpresa como el “Flaco” les comió, muriendo así, su última pieza. Aquí, con o sin lágrimas, muchos lo lloramos.

Arriba, el “flaco” se sonríe, y guiña socarrón el ojo con el que miraba.

 La gilada se quedó sin su principal argumento: Néstor Kirchner ya no está y no pueden decir que se va a eternizar en la presidencia.

 Se fue cuando nadie lo esperaba.

Pero seguira por siempre junto al corazon de su pueblo. 



 

DIA DEL TRABAJADOR

Honrando la memoria de los mártires que dieron sus vidas por la jornada de 8 horas; recordamos también a quienes siguieron bregando por mejo...