lunes, 23 de octubre de 2017

El triunfo de CAMBIEMOS,  ratifica una corriente de opinión en el electorado  que acompaña el cambio de clima político en la Región en particular  y el Mundo en general.
Alemania, Austria, Holanda, Italia, Bulgaria, República Checa, Estonia, Grecia, Irlanda, Letonia, Lituania, Finlandia, Hungría y Chipre gobiernan coaliciones de derecha con alianzas con la centroizquierda para frenar lo que denominan populismo.  En el Reino Unido lo hace por mayoría absoluta y en Polonia,  por mayoría simple.
Ni hablar EEUU y los procesos desestabilizadores que afectaron a Brasil, Venezuela, Ecuador y el resto de América latina.
Lo cierto es que CAMBIEMOS no gana las elecciones mintiendo como hace dos años con "Pobreza Cero etc" , lo hace con una política que se dirige al "endeudamiento externo", " la flexibilización laboral", "Beneficios a las mineras", "las financieras" y aunque parezca novelezco y hasta estúpido,  sosteniendo que se "reducirá el desempleo   por vía de la reducción del costo laboral".
Gobierna favoreciendo  a los sectores mas concentrados de la economía que no son mayoria en el padrón electoral, y perjudicando a jubilados, las Pymes y los trabajadores, no obstante  alcanza el apoyo del voto popular por vía del blindaje informativo de los multimedios y una justicia genuflexa.
La derecha avanza en el mundo y en algunos casos avanza la extrema derecha como es el caso de Francia, Reino Unido y Dinamarca.
La crisis del sistema económico mundial estalla en los paises europeos,  agravado con la competencia en los mercados occidentales que representa la impronta de los productos  de la República Popular China que generan reacciones espasmódicas en los mercados occidcentales. 
Ante la nueva crisis económica mundial los paises se derechizan y los factores de poder van garantizando salir de la crisis con las recetas tradicionales, hambre, miseria, desocupación, violencia y guerras.
Pese a la dramática situación general, la gran diferencia en nuestro país, es el alto grado de acumulación política de una oposición; que aunque  fragmentada -  habilita a pensar en un cambio de dirección a corto plazo - si los dirigentes asumen con  madurez y responsabilidad una verdadera autocrítica para  la reconstrucción del  Modelo Nacional, Popular y Democrático,  sin soberbias,  ni personalismos,  que posibiliten la Unidad aun en la Diversidad de criterios para enfrentar a ésta nueva clase política que deposita en los Ceos de las Multinacionales el futuro de los argentinos.
Esa es la tarea, especialmente para aquellos que aspiramos a vivir en una Argentina socialmente justa, económicamente libre, y políticamente soberana que es  precisamente la contracara de lo que proyecta Cambiemos en su gestión de gobierno.

lunes, 16 de octubre de 2017

La imagen puede contener: planta, árbol, exterior y naturalezaEN EL DIA DE LA LEALTAD
El 17 de octubre se extiende muchos mas allá de los estrechos límites de un partido político.
Vuela y se eleva en las alturas inconmensurables del Movimiento Nacional, Popular, Democrático y profundamente Transformador; que surgiera precisamente desde aquellas épicas jornadas, donde los Trabajadores con un Paro General y una Movilización Popular sin precedentes, detuvieron el intento de avasallar las mejoras laborales que había introducido el Cnel. del Pueblo, exigiendo su liberación y ratificando con ello, la voluntad popular de profundizar un modelo político basado en e Liberación Nacional y Social para los Argentinos.
Saludamos aquella gesta en momentos en que el país asiste a un nuevo intento de reducir derechos, flexibilizar legislaciones, endeudarse internacionalmente para agudizar la dependencia y regresar al modelo de exclusión social.
Respetuosos de la voluntad popular, los trabajadores convocamos a expresar en la urnas el próximo 22, con un voto en favor de nuestros Derechos Laborales y Previsionales que sumen a la Unidad necesaria del Campo Nacional en defensa de un futuro digno para todos los argentinos.

 
Horacio Caminos
Secretario

jueves, 12 de octubre de 2017

LOS FUNCIONARIOS ARGENTINOS QUE TRABAJARÍAN PARA LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA DEL IMPERIALISMO (CIA)

La Red de Acción Política (RAP) es una fundación que se dedica a la formación de la dirigencia política en Argentina. Es auspiciada y financiada por embajadas y multinacionales, grandes bancos privados, y las principales empresas locales de propiedad de las familias Urquia, Rocca, Pagani, etc.

LOS FUNCIONARIOS ARGENTINOS QUE TRABAJARIAN PARA LOS SERVICIOS DE INTELIGENCIA DEL IMPERIALISMO (CIA)

LA VERGUENZA DE LA POLITICA NACIONAL


 

 

EL PERIODISMO DE LA RESISTENCIA PERONISTA

Tras el golpe que en 1955 puso fin al segundo gobierno de Juan D. Perón, surgió un periodismo combativo desde la resistencia peronista, en especial a partir del momento en que la autollamada Revolución Libertadora desalojó a Eduardo Lonardi. Aquí, parte de esa rica historia.

La dirigencia partidaria oficialista que conspiró contra Evita y provocó la caída de Domingo Mercante acompañó desde la defección la caída de Perón.

Teissaire y Mendéz fueron los primeros en denunciarlo como traidor y corrupto.

Lo mismo hicieron otros dirigentes peronistas de igual calaña.

Mientras, desde el exilio montevideano, un grupo de ex forjistas y el propio Mercante intentaron reagrupar las fuerzas y plantear su oposición a la Revolución Libertadora.

Al igual que los obreros en Argentina, los exiliados se pusieron a la cabeza de la resistencia desde la pluma y la acción.

Las publicaciones gráficas durante el primer peronismo fueron del grupo editorial ALEA, dirigido por Carlos Aloé, que “centralizó la mayoría de los diarios, radios y publicaciones del país. (…)

Tuvo a su cargo Radio El Mundo y las emisoras de la red Azul y Blanca, Radio Splendid y Radio Belgrano, entre otras; las agencias noticiosas Saporiti y Agencia Latina; en sus talleres se imprimieron casi todos los diarios nacionales y de ella dependieron entre otros, los diarios El Mundo, Democracia, La Prensa (cuando dependió de la CGT), etc, y las publicaciones El Hogar, Selecta, Caras y Caretas, PBT, Mundo Argentino …”. (1)

La primera medida de los “libertadores” fue intervenir esos periódicos e imponer algún escritor antiperonista para reorientar su mensaje.

Carlos Alberto Erro fue el interventor de ALEA y ATLAS y José Barreiro, director de El Mundo; Ricardo Mosquera, director de Democracia; Walter Costanza, director de La Epoca; Ernesto Sábato (¡sí, el paladín de la libertad!) director de Mundo Argentino; Vicente Barbieri, director de El Hogar (…) y el inefable Roberto Noble siguió como director de Clarín.

A su vez son censurados, perseguidos y/o incautados El Líder; Esto Es; Lucha Obrera; y De Frente, entre otros, siendo su director John W. Cooke, (en ese momento) encarcelado.

Como reacción comenzó la resistencia peronista desde los suburbios de Villa Manuelita, en la esquina de Corrientes y Esmeralda y en la prensa clandestina favorable a Perón.

El 45, cuyo lema fue: “Ya no son campanas de palo las razones de los pobres”, dirigido por Arturo Jauretche comenzó su lucha por confrontar con el Plan económico de Raúl Prebisch y las medidas impuestas por los “libertadores”.

A este se le sumó Debate, de Resistencia, cuyo lema fue: “Una voz Argentina clara y firme en defensa de los intereses populares”; El Descamisado, dirigido por Malfredo Sawady; La Argentina, dirigida por Nora Lagos, con el lema “Justa, libre y soberana”; Doctrina, dirigida por José Rubén García Martín, con el lema: “es verdad y nuestra guía”; Renovación, de Tomás Farías, y El Federalista, dirigido por José Antonio Guemes, cuyo lema fue: “El pulso nacional de las inquietudes de los trabajadores”, entre otros.

Luego se incorporarían durante los siguientes años Tres Banderas y Compañeros, ambos dirigidos por J. Bernado Iturraspe; Bandera Popular, Palabra Argentina, dirigido por Alejandro Olmos; Pero… Qué dice el pueblo, dirigido por Aldo Paciello; Palabra Prohibida, dirigido por Luis A. Sobrino Aranda; Rebeldía, dirigido por Manuel E. Bustos Nuñez; El Guerrillero, dirigido en forma real por César Marcos; Soberanía, dirigido por Nora Lagos y Luis A. Sobrino Aranda; Batalla, dirigido por Héctor Tristán; Línea Dura, dirigido por María Granata; y El Grasita, dirigido por Enrique Oliva, con la consiga “Perón o Muerte”.

En el 1º número de El 45 del 16 de noviembre de 1955 de 4 páginas se señalo “Los diarios intervenidos al servicio del vencedor no aseguran la libre opinión”, amén de consignar el cierre de El Líder, una carta de Jauretche a Prebisch, las consignas de Leloir sobre la Junta de abogados pro defensa de los presos, y – desde la editorial – una constante crítica al gobierno provisional, entre otras notas.

Para el segundo número del 30 de noviembre de ese año, ya con 8 páginas, se profundizó la crítica al Plan Prebisch, se habla sobre el paradero del cadáver de Evita, (se publica) una carta de Jauretche a Jules Dubois, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa; (también) una nota del ex forjista Francisco Capelli sobre el teniente coronel Guevara de la Comisión Investigadora y el Dr. Rodríguez Araya, sobre la cuestión de la mujer y el movimiento obrero, la detención de Alicia Eguren, la incautación de De Frente, amén se estrena el poema canción No me olvides, que con el tiempo fue el símbolo de la resistencia peronista desafiante del decreto 4161/56: ” ¡No me olvides, no me olvides / No me olvides!…Canta el pueblo de Perón / No me olvides sobre el pecho / no me olvides, pegadito al corazón”.

Como dato extra, en la carta al citado Dubois su director Jauretche expresó que El 45 tuvo una tirada de 200.000 ejemplares, cantidad que demostró la necesidad del pueblo peronista de información fuera del canal oficial de la “libertadora”.

En un apartado Jauretche escribió “Al lector: No hay ninguna seguridad bajo la libertad de prensa hasta que El 45 está en sus manos.

Pueden secuestrar la edición como a Lucha Obrera, perseguir a los redactores como en los casos de Lucha Obrera, El 45 y De Frente; o incautarse del periódico, como el caso último de De Frente.

Utilizando para ese menester a los intelectuales libres.

No destruya este ejemplar, hágalo circular y después remítalo a sus amistades del interior.

Cada lector debe ser un agente de El 45.

Una hoja de publicidad es un arma en sus manos.

Utilícela al máximo”.

Estas líneas describieron mejor que nadie el clima inicial de represión al ser desplazado Lonardi y quedar Aramburu como presidente provisional de la citada “libertadora”, teniéndo el acompañamiento de Rojas y los políticos opositores.

Esa lucha por el sentido y el discurso tuvo su reflejo lúcido años después en la pluma de Jauretche al afirmar en Ejército y Política: “Hay un plan general de coloniaje, con planes particulares para cada actividad… Hay un solo plan que comprende varios planes. Plan económico encomendado a Prebisch.

Plan cultural, ya ejecutado instaurado en la totalidad de la prensa, en la Universidad, en la enseñanza media y privada la formación que viene desde Caseros y se mantiene por el monopolio mitrista de los instrumentos de la cultura, para que la deformación histórica se consolide, impidiendo la formación de una conciencia nacional”.

Esta lucha acompañó el heroísmo de los primeros resistentes que anhelaron el retorno de Perón y de las conquistas sociales a fin de recuperar su ciudadanía negada por la anulación de los derechos políticos a los peronistas.

Esa lucha de 18 años contó con voluntades, cuerpos y corazones que encontraban en el compañerismo de su sindicato y en las cocinas donde, mate por medio, improvisaban las unidades básicas que cimentaron un retorno casi dos décadas después y que tuvieron en dichas páginas de periódicos clandestinos un puntal en la lucha.

Valga como final las palabras de Raúl Scalabrini Ortíz quien, como presidente provisional de la Junta Reorganizadora de FORJA, instó a recuperar la esencia de la transformación peronista coincidente con el pensamiento jauretcheano: “Aprendimos y enseñamos a desconfiar de las bellas palabras y (…) quien no lucha se estanca, y quien se estanca se pudre como el agua del albañal.”

“No volver atrás en lo que se avanzó, completar lo que quedó inconcluso y realizar lo que no se intentó será la consigna de nuestra palabra indistintamente dirigida a obreros y estudiantes, ciudadanos y labradores, técnicos y legos, entrelazados y mancomunados en la afinidad de un destino irrenunciablemente común Seguros del eco que esta satisfacción encontrará en las conciencias limpias y alertas y en los corazones templados y decididos, convocamos a los viejos forjistas que supieron mantener incólumes su integridad y su independencia y a los jóvenes –obreros y estudiantes- que otean ansiosos la ruta en que pueden ser útiles a sus conciudadanos.”
Para cada uno de ellos hay una verdad afilada como una bayoneta”.

Valga este recordatorio para que nunca más un golpe de Estado interrumpa el curso del pueblo a su destino nacional.

Por Pablo Vázquez
CONGRESO ABIERTO

 

domingo, 8 de octubre de 2017

CARTA DE PERÓN AL CHÉ GUEVARA: SU MUERTE ME DESGARRA EL ALMA PORQUE ERA UNO DE LOS NUESTROS, QUIZÁS EL MEJOR.


El 8 de octubre cumple años Perón. El día que Perón cumplía 72 años apresaron al Ché, y al día siguiente lo mataron. Eso fue en el año 67. 
El 24 de ese mes escribe una carta magnífica con motivo de la muerte del Ché. 

Carta de Perón:

Compañeros: con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable perdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación. Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación.Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apátridas apuntaladas por militares títeres del pentágono mantienen a los pueblos oprimidos.Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven mas extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto Che Guevara. Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazó, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir.He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del Peronismo. Nada más absurdo. Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿que edad tenía entonces? Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Irigoyen. Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía.Lo importante es darse cuenta de esos errores y enmendarlos. ¡Vaya si el Che los enmendó! En 1954, cuando en Guatemala lucha en defensa del gobierno de Jacobo Arbenz ante la prepotente intervención armada de los yanquis, yo personalmente di instrucciones a la Cancillería para que le solucionaran la difícil situación que se le planteaba a ese valiente joven argentino; y fue así como salió hacia México.Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina.No faltaran quienes pretendan empalidecer su figura. El imperialismo temeroso del enorme prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados. Ya me han llegado noticias de que el Partido Comunista Argentino, solapadamente, esta en campaña de desprestigio. No nos debe sorprender ya que siempre se ha caracterizado por marchar a contramano del proceso histórico nacional. Siempre ha estado en contra de los movimientos nacionales y populares. De eso podemos dar fe los peronistas.La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible. El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquía y de lo monopolios inversionistas del imperialismo.Las revoluciones socialistas se tiene que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben conectarse entre si todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre si los usufructuarios del privilegio.La mayoría de los gobiernos de América latina no van a resolver los problemas nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales. Ante esto, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten. Es necesario entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa estratégico y tácticas que hagan viable la concreción de la revolución. Y esta tarea, la deben llevar adelante quienes se sientan capaces. La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos. Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a la nuestra; pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste.El Peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto Che Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica.


Juan Domingo Perón 24 OCTUBRE 1967.






Neoliberalismo y Violencia

Algunas de las violaciones de derechos humanos más despreciables se articularon para preparar el terreno e introducir las reformas radicales que habrían de traer ese ansiado libre mercado.
Naomi Klein
La implantación del neoliberalismo a nivel mundial en los últimos cuarenta años ha venido acompañado con la expansión de un mito fundador, creado por sus principales ideólogos. Ese mito fundador sostiene que el neoliberalismo se ha impuesto por la superioridad intrínseca del mercado y que, por libre competencia, han sido liquidadas aquellas formas de organización social que trataban de impedir el funcionamiento armónico y automático de los mercados, así como reducida la injerencia de los estados en la actividad económica de los capitalistas y sus empresas. En este mito se resalta que la imposición del neoliberalismo, como una nueva fase en la historia del capitalismo, ha sido pacífico y sin mayores contratiempos.
Este mito fundador se acompaña de la falacia de sostener que el neoliberalismo (y el capitalismo en general) es sinónimo de democracia y que, en consecuencia, desde su mismo origen ha venido acompañado de la democratización del mundo, incluyendo a América Latina. Ahora, cuando el neoliberalismo está de regreso en países donde se le intentó superar -más no al capitalismo- se vuelve a entonar la cantinela de que es sinónimo de democracia. Una mirada crítica indica todo lo contrario de lo postulado en el mito fundador del neoliberalismo, porque éste se impuso y se ha mantenido mediante una violencia inusitada en diversos planos de la vida social, que corresponde a la lucha de clases librada desde arriba contra los trabajadores y los pobres.
Dictaduras y doctrina del shock
Desde su laboratorio original, Chile en 1973, el neoliberalismo emergió como un proyecto de clase encaminado a restaurar el poder del capital y, para ello, utilizó la violencia física. El golpe del 11 de septiembre de 1973 impuso una dictadura brutal y criminal, destruyó los sindicatos y las organizaciones populares, torturó, secuestró, desapareció y mató a miles de dirigentes sociales, liquidó a los partidos políticos de izquierda, intentó borrar cualquier expresión de solidaridad, apoyo y ayuda mutua y arrasó con las instituciones de intervención social y económica del Estado. En suma, mediante el terror, y merced al pánico suscitado, el nuevo régimen dictatorial bloqueó cualquier capacidad de resistencia y oposición e implantó la doctrina del “libre mercado”. La violencia bruta fue el instrumento usado para imponer los dogmas del credo neoliberal, entre los que sobresalían la privatización de las empresas y entidades públicas (entre ellas las universidades), la apertura económica a las multinacionales, la desregulación del mercado laboral para que los capitalistas intensificaran la explotación de los trabajadores. En pocas palabras, el modelo Pinochet se sustentaba en la máxima de conceder completa libertad al capital y aterrorizar al resto de la sociedad.
El mito fundador se acompaña de la falacia de sostener que el neoliberalismo (y el capitalismo en general) es sinónimo de democracia
El experimento neoliberal en Chile tuvo un efecto de demostración positivo para los capitalistas del mundo entero, quienes a comienzos de la década de 1970, en plena depresión, veían como un lastre al Estado de Bienestar, a los sindicatos y las conquistas sociales de los trabajadores. Por ello, decidieron aplicar el neoliberalismo más allá de Chile y, como había sucedido en este país, no dudaron en imponer la “Doctrina del Shock”, consistente en generar pánico entre la población para implementar el recetario neoliberal. Guardando las proporciones, en Inglaterra y en los Estados Unidos, los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan respectivamente, impusieron el neoliberalismo mediante la violencia, reprimiendo huelgas de trabajadores en sectores emblemáticos de la economía de los dos países, luego de lo cual procedieron a privatizar las empresas, despedir trabajadores, reducir salarios y mercantilizar los servicios públicos.
En América Latina las dictaduras de Seguridad Nacional de las décadas de 1970 y 1980 aplicaron las mismas formulas neoliberales y prepararon el camino para el “regreso a la democracia”, luego de haber liquidado a sangre y fuego los proyectos anticapitalistas. En ese sentido, los gobiernos que siguieron a las dictaduras fueron “democracias de baja intensidad”, en los cuales se había eliminado los derechos de la población y prevalecían los “derechos del capital”.
Democracias de baja intensidad
Desaparecidas las dictaduras en términos formales, sus herederos civiles mantuvieron y profundizaron el legado neoliberal que recibieron. Ahora, la violencia estructural del neoliberalismo en lugar de desaparecer se extendió a los diversos ámbitos de la vida social, puesto que se acentuó el proceso de privatizaciones, ataque a los trabajadores organizados, apertura económica a las multinacionales y al capital financiero, y mercantilización de los bienes públicos. El costo humano de la implementación del “libre mercado” ha sido enorme, porque a éste deben achacársele miles o millones de muertos por el cierre de hospitales, privatización de la seguridad social, liquidación de empresas, despidos en masa, supresión de escuelas y centros educativos. Ese proyecto se presentaba como democrático porque decía sustentarse en “elecciones libres” y periódicas, en las que se legitimaba a los gobiernos neoliberales, que impulsaron reformas constitucionales para establecer como principios inviolables los dogmas de la privatización, la entrega de los bienes comunes al capital transnacional, la flexibilización laboral y los derechos de la propiedad. Ejemplares al respecto son los gobiernos de Carlos Menem en Argentina, de Alberto Fujimori en el Perú, de Fernando H. Cardoso en Brasil, de César Gaviria en Colombia.
El neoliberalismo se impuso y se ha mantenido mediante una violencia inusitada en diversos planos de la vida social, que corresponde a la lucha de clases librada desde arriba contra los trabajadores y los pobres
La violencia inherente a estos procesos de despojo y expropiación vino acompañada de la legitimación ideológica y cultural, mediante artilugios tendientes a demostrar la superioridad del mercado, que le daría a cada uno lo que se merece, y que los pobres y los ricos lo son en virtud de sus propias virtudes y defectos para adaptarse a los nuevos tiempos de competencia desenfrenada. Si hay pobres es porque son incompetentes e ineficientes, y no han logrado cualificar su “capital humano”, mientras que los ricos son producto de su competitividad, eficiencia y deseo de superación.
Derecho al voto (Viñeta por Haroldo Meyer)Esta justificación simplemente pretendió legitimar la imposición del nuevo Estado, lo que David Harvey denomina el Estado neoliberal, cuya función fundamental ha consistido en mantener el orden del capital. Por ello, como en los Estados Unidos, los estados neoliberales aumentaron sus gastos en seguridad, su pie de fuerza represivo y se acentuó la militarización de las sociedades, porque a la par que se encogía o se amputaba el “brazo izquierdo” del Estado, como lo llamaba Pierre Bourdieu, correspondiente a su gastos sociales, crecía en forma desmesurada el “brazo derecho” del Estado, dedicado a la represión y al control social. Esto se evidencia en la construcción de nuevas cárceles, persecución a los opositores, criminalización de la protesta social, represión indiscriminada, vigilancia permanente mediante sofisticados aparatos tecnológicos (cámaras que inundan las calles de las ciudades), como puede apreciarse en la mayor parte de países latinoamericanos y la difusión del discurso terrorífico de la inseguridad, que amenaza a la propiedad y a los empresarios.
Un breve parentesis antineoliberal
En varios países del continente la profundización del neoliberalismo, con su cortejo de violencia y muerte, generó rebeliones e insurrecciones populares, como aconteció en Venezuela (Caracazo de 1989), Bolivia (Guerras del Agua y del Gas, entre 2000 y 2003), en Argentina (diciembre de 2001). Sobre la acción de los movimientos sociales, diversos proyectos, que después se han denominado como “progresistas”, llegaron al gobierno e intentaron, en diferente grado, proponer un modelo anti-neoliberal, pero no anticapitalista. Esos gobiernos volvieron a enfatizar la importancia del Estado y la necesidad de nacionalizar empresas, sobre todo en sectores estratégicos como los recursos minerales, e impulsaron unas políticas asistencialistas, como forma de distribuir la renta de las economías primarias (siendo los casos más conocidos los de Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia y Ecuador). Estos gobiernos “posneoliberales” no trastocaron la lógica del capitalismo, en términos de modificar las relaciones sociales, ni de redistribuir la riqueza mediante la expropiación de los expropiadores (grandes empresas nacionales y multinacionales, bancos y capital financiero), salvo uno que otro caso aislado en Venezuela o Bolivia.
A pesar de su carácter moderado y reformista de tipo anti-neoliberal, que no pretendía ir más allá del capital, y que no alteró sustancialmente la estructura de clases típica del capitalismo -aunque si atenuó en alguna medida la desigualdad y redujo la miseria mediante las políticas de asistencialismo, gracias a la destinación de una parte de la renta exportadora a esos sectores-, las clases dominantes, en alianza con el imperialismo encabezado por Estados Unidos y las grandes multinacionales, se dieron a la tarea de evitar la consolidación de esos gobiernos posneoliberales, y para eso recurrieron al saboteo de diversa índole, mediante la violencia y el terror, como ha sido evidente en Venezuela, y en menor medida en Bolivia. Para derrocar a los gobiernos posneoliberales, y a algunos que se les pudieran asociar, se han inventado los “golpes suaves”, propios de las guerras de Cuarta Generación. Esos golpes suaves, aparentemente distintos a los “clásicos” golpes de Estado, que instauraban dictaduras militares, cumplen en últimas los mismos propósitos: derrocar a gobernantes incómodos e imponer en su lugar a testaferros incondicionales a las clases dominantes locales, como ha sucedido desde 2004 con el derrocamiento de Jean Bertrand Aristidi en Haití. Este “golpe consentido” por Estados Unidos, dio origen a un nuevo tipo de golpes de Estado, que luego continuaron en Honduras (2009), Paraguay (2012) y ahora en Brasil (2016).
La violencia inherente a estos procesos de despojo y expropiación vino acompañada de la legitimación ideológica y cultural, mediante artilugios tendientes a demostrar la superioridad del mercado
El objetivo de estos “golpes suaves”, similares por sus características a las mal llamadas “revoluciones de color” Made in USA, es claro: se trata de retomar por completo el control político por parte de las clases dominantes locales y de revertir las tímidas reformas económicas que se habían impulsado, sustentadas en una lógica asistencialista, así como eliminar el protagonismo que han podido tener por momentos algunos sectores de las clases subalternas (siendo el caso más evidente al respecto el de Venezuela).
Pero antes de consumar los golpes suaves, esas fracciones de las clases dominantes, en alianza abierta con Estados Unidos, se han dado a la tarea de tornar insostenible la situación económica de la población, para quitarle el agua al pez, es decir, la base de apoyo a los gobiernos posneoliberales. El saboteo a la producción, la especulación, el acaparamiento de productos básicos, el contrabando, han sido los mecanismos utilizados -al cual se le debe agregar la corrupción de importantes sectores de los gobiernos posneoliberales-, por las clases dominantes en su esfuerzo por recobrar el control pleno del aparato político.
La violencia no es algo circunstancial en el proyecto de imposición del neoliberalismo, sino que es una de sus características distintivas desde el mismo momento de su implantación
A todo ello debe sumársele la violencia mediática, tanto nacional como transnacional, ejercida en forma concertada y planificada contra los gobiernos posneoliberales, con calumnias, mentiras, infundios para desacreditarlos, restarles legitimidad, acosarlos y, al mismo tiempo, engrandecer a los criminales, como acontece con los miembros de la “oposición” en Venezuela y de alguna manera en Brasil. Esa guerra mediática ha adquirido dimensiones desconocidas, porque se libra en forma orquestada desde los Estados Unidos (vía CNN y Fox) y se replica desde España, por sus conglomerados mediáticos (en cabeza de El País y el grupo Prisa) y se reproduce, con todas sus mentiras y embustes, por los “grandes diarios” de Colombia, Argentina y demás países del continente sudamericano.
Todo esto sucede, además, por el desconocimiento de las “elecciones libres”, cuando no les han sido favorables a los candidatos de las clases dominantes, y del rechazo a la legitimidad institucional de esos gobiernos posneoliberales, a los cuales se acusa de dictaduras, siendo el ejemplo más evidente el de Venezuela. Después de elecciones, y cuando las pierden las clases dominantes, se desencadena la propaganda negativa de desprestigio y se incrementa el uso de la violencia física, como se ha demostrado con las guarimbas en Venezuela. Es decir, que el pretendido carácter democrático del neoliberalismo y del capitalismo en América Latina no pasa de ser un cuento de hadas y que, como en la época de la guerra fría, se acude a los mismos procedimientos violentos para mantener la desigualdad social que hace de América Latina el continente más injusto del mundo. No por casualidad, las primeras medidas de los neoliberales que están de regreso a la presidencia de varios países han sido las de eliminar los subsidios y ayudas a los pobres y reducir o eliminar los impuestos a los capitalistas, a las empresas y a los grandes propietarios, como se evidencia en la Argentina de Mauricio Macri o el Brasil de Michel Temer.
En síntesis, la violencia no es algo circunstancial en el proyecto de imposición del neoliberalismo, sino que es una de sus características distintivas desde el mismo momento de su implantación, y así ha venido siendo desde entonces. La razón de fondo que explica esa violencia estructural del neoliberalismo se encuentra en el hecho que, mediante ella, se ha logrado una reestructuración del capitalismo, que ha significado una reorganización de clase, en la que una ínfima parte de las fracciones dominantes del capital (entre la que sobresale el sector financiero, pero también deben mencionarse los dueños de grandes empresas transnacionales de diversos sectores productivos) han obtenido tal nivel de ganancias, que ha generado la mayor desigualdad de la historia del capitalismo, y Latinoamérica no ha estado ajena a ese proceso. La base de esa riqueza yace en la explotación intensiva de los trabajadores en las economías reprimarizadas y en la pérdida de sus derechos.
Los escalofriantes datos sobre desigualdad en cada país de América Latina son el telón de fondo para entender el sentido de la violencia neoliberal: mantener a toda costa unos privilegios de clase, que no se admite que sean tocados ni siquiera con intentos tibiamente reformistas, que finalmente nunca han pretendido alterar el sistema capitalista. Eso explica que el regreso de los neoliberales, como se ejemplifica en Argentina y en Brasil, venga acompañado, en forma inmediata, de medidas encaminadas a eliminar los escasos beneficios que hubieran tenido las clases subalternas en los últimos quince años, como lo señalan entidades tan poco comprometidas con los pobres como el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), que hace pocos días advirtió: “Observamos con preocupación que los logros de la década (pasada) se encuentran amenazados. Estimamos que entre 25 y 30 millones de personas se encuentran en peligro de recaer en la pobreza”. Esto solo se puede alcanzar con una gran dosis de violencia, que es una de las características distintivas del capitalismo y del neoliberalismo.

Por Renán Vega Cantor
Historiador colombiano. Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, Colombia. Doctor de la Universidad de París VIII. Diplomado de la Universidad de París I, en Historia de América Latina. Autor y compilador de varios libros. Dirige la revista CEPA (Centro Estratégico de Pensamiento Alternativo).
EN UN NUEVO ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO LO RECORDAMOS CON ESTA CARTA A ARAMBURU EN RESPUESTA A DECLARACIONES PERIODÍSTICAS Y QUE  MUESTRA A PERÓN DE CUERPO ENTERO

"República de Panamá, 8 de marzo de 1956.

Al General Aramburu. Buenos Aires

He leído en un reportaje, que Ud. se ha permitido decir que soy un cobarde porque ordené la suspensión de una lucha en la que tenía todas las probabilidades de vencer. Usted no podrá comprender jamás cuánto carácter y cuánto valor hay que tener para producir gestos semejantes. Para usted, hacer matar a los demás, en defensa de la propia persona y de las propias ambiciones, es una acción distinguida de valor.

Para mí, el valor no consiste —ni consistirá nunca— en hacer matar a los otros. Esa idea sólo puede pertenecer a los egoístas y a los ignorantes como usted. Tampoco el valor está en hacer asesinar a obreros inocentes o indefensos, como lo han hecho ustedes en Buenos Aires, Rosario, Avellaneda, Berisso, etc. Esa clase de valor pertenece a los asesinos y a los bandidos cuando cuentan con la impunidad. No es valor atropellar los hogares humildes argentinos, vejando mujeres y humillando ancianos, escudados en una banda de asaltantes y sicarios asalariados, detrás de la cual ustedes esconden su propio miedo.

Si tiene dudas sobre mi valor personal, que no consiste como usted supone en hacer que se maten los demás, el País tiene muchas fronteras; lo esperaré en cualquiera de ellas para que me demuestre que usted es más valiente que yo. Lleve sus armas, porque el valor a que me refiero, sólo se demuestra frente a otro hombre y no utilizando las armas de la Patria para hacer asesinar a sus hermanos. Y sepa para siempre que el valor se demuestra personalmente y que, por ser una virtud, no puede delegarse. Hágalo, sólo así me podría probar que no es la gallina que siempre conocí.

Si usted no lo hace y el pueblo no lo cuelga, como merece y espero, por salvaje, por bruto y por ignorante, algún día nos encontraremos. Allí, le haré tragar su lengua de irresponsable.

Juan Perón, General.
Comando Nacional del Partido Peronista

miércoles, 4 de octubre de 2017

LA “ESTAFA” DEL SISTEMA DE SALUD DE MACRI

“Cuando la gente se dé cuenta de la estafa, será tarde” dijo Daniel Gollán (FOTO).
 El sanitarista advirtió que el objetivo del nuevo programa de acceso a la salud – Cobertura Universal de Salud (CUS) – impulsado por el oficialismo implica una “pseudo privatización” del sistema, con el cual se cobrarán servicios que desde 1946 son de acceso gratuito. En los países donde se aplicó se destruyó la salud pública, denunció. 

El sanitarista advirtió que el objetivo del nuevo programa de acceso a la salud impulsado por el oficialismo implica una “pseudo privatización” del sistema, con el cual se cobrarán servicios que desde 1946 son de acceso grautito.

En los países donde se aplicó se destruyó la salud pública, denunció.

 El sanitarista y ex ministro de Salud de la Nación criticó la Cobertura Universal de Salud (CUS) que impulsa el Gobierno nacional y que se pondrá en marcha mañana, cuando el ministro Jorge Lemus haga entrega de las primeras 120 mil credenciales de la CUS en la provincia de Mendoza.

“La gente va a tener que pagar por servicios que hasta ahora no pagaba”, denuncia.

En diálogo con Página/12, Gollán hizo hincapié en que el objetivo del Gobierno es que se duplique el gasto de bolsillo en salud para financiar un sistema que, asegura, es promovido por la Organización Mundial de la Salud “de la mano de los grandes laboratorios”.

 Y advierte que se está adoptando un sistema “enfocado en la atención y no en la prevención de la salud”.

-¿Cuál es el principal cambio que impulsa el Ejecutivo con la CUS?

-Está basado en un decreto del año pasado.

Es un sistema de aseguramiento que parte de una falacia: ya teníamos cobertura universal de salud.

Desde 1946 todo el mundo puede atenderse en los hospitales públicos y la cobertura es total.

Es gracioso porque se piensa que este es un sistema para 15 millones de personas que no tienen obra social o prepaga.

No es así.

La mitad de los partos se hace en hospitales públicos, con gente que tiene obra social: de 450 mil partos por año, 320 mil son de personas con obra social y prepaga.

Y en accidentología, el 100 por ciento de los casos se atienden en hospitales públicos, en la etapa aguda, por lo menos.

El debate es si el acceso es equitativo o no.

-¿Entonces cuál es el cambio que propone el Gobierno?

-La gente va a tener que pagar por servicios que antes no pagaba.

Van a dar una credencial, y la gente va a acceder a una canasta básica de prestaciones.

Hasta determinado límite, te paga el Estado.

No está definido, pero ya de por sí se pone un límite.

Con el sistema actual no hay límite.

Los tratamientos de alto costo, oncológicos, reumatológicos o hepatitis… todo lo que hasta hoy en día es gratuito, se empezará a pagar.

El Gobierno dice que lo que quede afuera de la canasta básica de prestaciones , se cubrirá luego de que se estudie el caso. Yo creo que habrá una catarata de juicios.

Otro punto importante es que limitan la cantidad de tecnologías y medicamentos (rayos, etcétera) que cubre el Plan Médico Obligatorio (PMO) a través de las obras sociales y las prepagas.

Ese proceso ya empezó, ya están pagándose coseguros y copagos de consultas médicas, diagnóstico por imágenes y demás.

Ahora están negociando con las prepagas otro aumento de los coseguros.

El PMO se va a ver disminuido, a través de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de la Salud (AGNET), que lo determinará.

-¿Este plan se aplicó en algún otro país?

-En Colombia adoptaron este sistema en 1993.

Destruyeron el sistema público y es el país donde más gente se muere por no poder acceder a la atención médica.

Allá les prometieron una lluvia de inversiones en prestadores.

Pero de una buena cantidad de administradoras privadas de salud se redujeron a cuatro que están cartelizadas, con precios cada vez más altos y la gente cada vez más afuera.

-¿Cuál es la situación ahora, cuando todavía no fue aplicada la CUS?

-El plan ya está en marcha.

Lo primero que hicieron fue desarmar todos los programas de prevención, se los traspasaron a las provincias con el discurso de que quien “puede lo hace, el que no, no”.

Lo que está sucediendo es que tenemos derechos a la salud diferentes en cada provincia.

El que no tiene capacidad de pago, va a tener una salud cada vez peor.

Si podés pagar, una mejor.

-¿Cuál es el objetivo, entonces?

-Duplicar el gasto directo desde el bolsillo.

Es el gran negocio de la privatización.  

En las provincias que adhieran, formalmente habrá hospitales públicos, pero de autogestión.

Es una pseudo-privatización: una ventanilla para los que pagan, y otra para las que no pagan.

Es decir, dejan de ser esencialmente hospitales públicos.

Otro punto importante es que van a usar los 8 mil millones de pesos que aporta la CGT, que no tiene potestad para aportar dinero de los trabajadores…

Los trabajadores van a perder: van a tener peores obras sociales y van a tener que pagar un montón de cosas que hasta ahora no pagaban.

La CGT pactó que les bajen los costos de las obras sociales con la AGNET, que les va a transferir los costos al bolsillo de los trabajadores.

Es lo que hoy se está discutiendo.

Se está instalando una falacia.

Además, si dividís ese monto por 15 millones de beneficiarios, son 44 pesos por mes por persona.

Eso no alcanza para nada.

¿Cómo se va a financiar este sistema?

Es una falta de planificación absoluta, no se sabe cuáles son los recursos que aportará el Estado.

Es muy probable que nazca desfinanciado y muera prontamente.

Es un agujero muy grande: nadie dice cómo se financiará.

Así no se puede planificar la salud de un país.

No vaya  a ser cosa que le tiren esto por la cabeza a las provincias, que no pueden afrontar ese gasto. Yo creo que el Gobierno aspira a eso: que las provincias se hagan cargo de la prestación de salud porque así creen que lo indica la Constitución nacional.

Pero es la Nación la que adhirió a los tratados internacionales que dicen que es el Estado nacional el que tiene que garantizar el derecho a la salud.

Para cuando se dé cuenta la gente de la estafa, ya va a ser tarde.

-¿Cuál será el efecto a largo plazo en el sistema público?

-Esto ya lo vivimos y lo quieren instrumentar a sangre y fuego en todo el país.

Van a instalar criterios de productividad con incentivos mentirosos sobre supuestas mejoras para los profesionales.

Pero lo que están haciendo es enfocar el sistema en la atención y no de prevención de salud, que es donde hay que enfocarse.

Esta reforma viene propiciada por la OMS de la mano de los grandes laboratorios.

En la Organización Panamericana de la Salud se armó un gran debate y se le agregó la palabra “acceso”, porque uno puede tener una cobertura, pero puede no alcanzar para nada.

Hay países que dicen que tienen a toda la población con una cobertura mínima, pero eso significa que tenés que pagar por el acceso a la salud real.

-Hasta 2015 también había distintas coberturas, dependiendo de si se contaba o no con una prepaga o una obra social.

-Todo el sistema estaba en tensión.

Eso se produce cuando lo maneja el mercado.

Pusimos en discusión la necesidad de marchar hacia un sistema nacional integrado bajo la tutela del Estado.

Los sanitaristas tienen claro que cuanto más Estado haya, es más barato, más equitativo.

El ejemplo es el Reino Unido, donde están los mejores indicadores.

El contraejemplo, es Estados Unidos, donde lo maneja el mercado y tiene los peores indicadores.

Hay que hacer un cambio cultural, vemos todo vinculado a la enfermedad, al medicamento, la tecnología.

Es casi una deformación profesional que incluye las carreras, los posgrados.

Todo está enfocado ahí. Éramos conscientes de que había que hacer un cambio muy grande.

En los países que les va bien en materia de salud, el 60 por ciento de los recursos están puestos en la prevención, en el primer nivel.

Nosotros tenemos hoy el 95 por ciento en la atención de la enfermedad.

Nuestro gobierno tuvo una primera etapa en la que se apagó el incendio, que era la provisión de medicamentos.

Una segunda etapa de mucha inversión en hospitales públicos, que habían sufrido un gran deterioro.

Y la tercera etapa era plantear cómo tenía que ser el sistema.

Lamentablemente no llegamos.

Franco Spinetta

Fuetnte: El Pais


martes, 3 de octubre de 2017


BILLETE DE 20 PESOS: ¿TENÍAN QUE ELEGIR A UN GUANACO PARA REEMPLAZAR A ROSAS? 

 

Funcionarios del Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentaron al nuevo billete de 20 pesos, en el que las imágenes de Juan Manuel de Rosas y del combate de la Vuelta de Obligado fueron reemplazados por la de un guanaco.

La historia les molesta y se hace indispensable, ya no solo manipularla como hicieron sus antepasados de la generación del ‘80 para crear un modelo de ciudadano que poco tenía que ver con lo nacional y mucho con lo europeo, sino directamente prefieren eliminarla.


Funcionarios del Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentaron ayer al nuevo billete de 20 pesos, en el que las imágenes de Juan Manuel de Rosas y del combate de la Vuelta de Obligado fueron reemplazados por la de un guanaco. Sostuvieron que el nuevo billete sigue la línea de incorporar a la fauna local en lugar de los rostros de los próceres y de motivos históricos. Sin embargo, los nuevos billetes de 200 y 500 pesos fueron creados durante la actual gestión con las imágenes de la ballena y del yaguareté respectivamente, en cambio Rosas es el primer prócer sustituido y la figura elegida fue el guanaco. En cambio, Domingo F. Sarmiento tendrá más suerte con su billete de 50 pesos porque en su lugar irá un cóndor, y el de 100 que hoy comparten Julio A. Roca y Eva Perón, lucirá a un ciervo. Por último, el de 1000 que comenzará a circular a fin de este año tendrá a un hornero. Bartolomé Mitre, José de San Martín y Manuel Belgrano en los billetes de 2, 5 y 10 pesos no serán reemplazados porque por una cuestión de costos se convertirán en monedas metálicas.
La moneda en sí misma es un símbolo y así lo entendió la Asamblea Constituyente de 1813 cuando, al mismo tiempo que resolvió suprimir en los documentos públicos el nombre del rey Fernando VII, también eliminó su efigie de las monedas de uso oficial y sustituyó su imagen con la del sol incaico, el nuevo sello distintivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Es sabido que a las nuevas autoridades la historia nacional les molesta, al igual que la idea de “patria”. Basta recordar que cuando el actual presidente prestó juramento, alteró el artículo 93 de la Constitución Nacional y en lugar de jurar desempeñar su cargo “con lealtad y patriotismo”, lo hizo prometiendo “lealtad y honestidad”. Lo mismo sucedió cuando el año pasado encabezó la celebración por el Bicentenario de la Independencia Nacional, y ante el “querido rey” Juan Carlos I de España se refirió a una supuesta angustia de los diputados por independizarse de la corona.
Por su parte, el asesor presidencial Alejandro Rozichner lo expresó con absoluta claridad cuando en una entrevista sostuvo que le gustaría que los significantes como “patria”, “pueblo” o “soberanía” quedaran “barridos de la escena para implantar cambios a favor de cosas más simples y concretas”, porque es una “simbología inútil que se interpone entre la gente y la realidad”. Fue cuando aseguró que para él la palabra “’pueblo’ es un concepto fascista que se usa porque sirve para amuchar a un montón de sujetos en un conjunto políticamente manipulable y para despersonalizar a todo el mundo. A mí me gusta más la idea de personas, de gente, que aunque es una palabra que puede parecer más blanda, me resulta más adecuada porque respeta la individualidad”.
Esta es la razón por la que la historia les molesta y se hace indispensable, ya no solo manipularla como hicieron sus antepasados de la generación del ‘80 para crear un modelo de ciudadano que poco tenía que ver con lo nacional y mucho con lo europeo, sino directamente prefieren eliminarla. Porque, como sostiene el historiador Ezequiel Adamovsky, el “cambio cultural” que el actual gobierno propone “requiere barrer con la historia, acabar con ella, precisamente porque la historia da cuerpo a un ‘nosotros’ que rememora sus mejores días como fruto de la lucha popular y de las gestas colectivas, y coloca al mundo de las elites y los empresarios —pasados y futuros— en un lugar bastante incómodo”.
Este es el motivo por el que eligieron reemplazar a Juan Manuel de Rosas y a la gesta de la Vuelta de Obligado, símbolo de la defensa de nuestra soberanía frente a las poderosas Gran Bretaña y Francia, con la figura de un guanaco. Con todo el respeto y cariño que nos merecen los animalitos.

FALLECIO LORENZO PEPE

Emblema  del peronismo y maestro de militancia serás recordado para siempre en nuestros corazones. Pepe nacio en 1931 en Saenz P...