En estos días se conoció un decreto firmado el día de la muerte de Diego Maradona y dado a conocer el 26 de noviembre de 2020, que generó polémica dado que llama a licitación la hidrovía del Río Paraná.
“Esta Hidrovía comienza en puerto de Cáceres, en Amazonia, Matogrosso, y llega a Palmira en Uruguay.
Este es un proyecto que tienen las grandes multinacionales, Cargill, Dreyfus, Bunge. Por allí sale el 50% de la proteína mundial.
Y sale también el 75% de todo el comercio exterior argentino.
Entonces en toda esta ruta que viene por el río Paraguay, que después confluye con el río Paraná, allí, en el kilómetro 2538, donde se juntan, que se conoce cómo el punto de confluencia, hasta el río de La Plata, es territorio argentino, jurisdicción nacional”, explicó el teniente de fragata retirado Julio César Urien, presidente de la Fundación Interactiva para la Cultura del Agua.
La licitación, advierten sus críticos, está configurada a pedir de las grandes multinacionales que operan en la zona.
En la misma línea, algunos medios entrerrianos cuestionaron la designación de Leonardo Esteban Cabrera Domínguez como Subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Secretaría de Gestión de Transporte del Ministerio de Transporte de la Nación.
Estos cuestionamientos sitúan a Cabrera Domínguez como un uruguayo, nacionalizado argentino con domicilio en Concepción del Uruguay.
En esta ciudad trabajó para la multinacional Dreyfus, la que, según la Bolsa de Comercio de Rosario para el periodo 2018-2019, ocupa el puesto séptimo de las exportaciones de granos, legumbres, harinas y aceites vegetales.
Un par de datos más sobre esta compañía: tiene el segundo puerto más importante de Argentina (General Lagos, Santa Fe) donde embarca anualmente alrededor de 4 millones de toneladas de granos y subproductos además de la terminal portuaria de aguas profundas de Bahía Blanca (Buenos Aires) donde tiene una capacidad de almacenamiento instalada de hasta 12.000 toneladas.
En noviembre de 2020 vendió el 45% de su paquete accionario al fondo de inversión ADQ, con sede en Abu Dabi de Emiratos Árabes.
En estos medios citados también se indica que “Cabrera Domínguez además cuenta con un incondicional apoyo de la empresa belga Jan de Nul Group (con fuertes intereses en la Hidrovía), la adhesión de la pastera UPM (ex Botnia) y el visto bueno del actual presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro”.
Horacio Tettamanti, ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, según se reporta en la nota Polémica designación en la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, aseguró que el arribo de estas empresas extranjeras significa una amenaza de soberanía en el Atlántico Sur “vinculada a una visión geoestratégica de sometimiento que alcanza también al Río de la Plata, al río Paraná, a la comercialización del 50 % de la proteína vegetal que se consume en el mundo vía transporte marítimo y a la explotación pesquera y de hidrocarburos en el Atlántico Sur y en el frente marítimo del Río de la Plata”.